En tercero, en el área de ciencias naturales,
estamos estudiando los seres vivos, más precisamente las plantas.
La propuesta está orientada a promover en los
chicos, el aprecio, el interés y el conocimiento del mundo natural, así como
contribuir al desarrollo de capacidades de indagación para que puedan tomar
decisiones basadas en información confiable.
Comenzamos pensando cómo es la naturaleza,
observándola, mirando. ¿Es lo mismo ver, que observar cuando estamos en
ciencias? Claro que no. Cuando salimos, lo hacemos con un propósito y nos
detenemos en el detalle.
¿Todas las plantas son iguales? No, pero todas
tienen las mismas partes. Ahí estudiamos la diversidad en la unidad.
A medida que realizamos exploraciones cualitativas,
pudimos describir nuestras observaciones con más recursos.
Con el tiempo nuestras preguntas aumentaron,
exteriorizamos ideas y planteamos hipótesis.
¿Cómo nace una planta?
De una semilla, contestamos.
Luego observamos variedad de semillas, ¡cuántas hay y que distintas son! Primero las miramos con atención, luego usamos lupas para verlas con más detalle.
La maestra nos preguntó ¿qué imaginan que hay
adentro de una semilla?
Nuevamente surgió otra pregunta, ¿y los frutos que
tienen que ver con las plantas? ¿Cómo sabemos cuáles son frutos y cuáles no? Al
empezar teníamos la certeza que el tomate y el zapallito no eran frutos. Para
sorpresa de muchos… al abrirlo, nos dimos cuenta que tenía semillas. De esa
semilla puede nacer una nueva planta… y así es el cuento de la vida, de nunca
acabar.