Desde 1972, el 5 de junio de cada año se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente en más de cien países de todos los
continentes.
En este día se busca llamar la atención mundial
sobre la importancia del ambiente y tratar que se adopten decisiones adecuadas
para su protección en todos los niveles.
El 5 de junio es un día de celebración, de
agradecimiento por la vida en la tierra y de esperanza de un mundo mejor para
los que vendrán. Pero festejar con responsabilidad ciudadana es también ser
realistas por el enorme daño que nos hemos causado al no cuidar el ambiente, y
asumir con determinación y optimismo el reto de mejorar nuestro desempeño
ambiental.
Es importante entonces pensar que el mundo no nos
pertenece, nos ha sido prestado para que vivamos en él y lo utilicemos con
sabiduría.
Nuestro planeta
nos brinda todos los recursos naturales que necesitamos para alimentarnos,
construir nuestras viviendas, tener luz, transportarnos, vestirnos, etc. Mira
un segundo a tu alrededor... todo lo que ves - papel, lápiz, computadora, goma,
etc.- se obtiene, directa o indirectamente, del ambiente, por lo cual es
importante que aseguremos su capacidad de continuar proveyéndolos.
Si destruimos el ambiente estaremos perjudicando
a nosotros mismos, a nuestros hijos y a nuestros nietos. Cuidar el mundo es
cuidarnos y esa es otra muy buena razón ¿no te parece?
A los
maestros nos corresponde la tarea de educar a los niños para que las futuras
generaciones cuiden el Planeta de una manera responsable: fomentar el
desarrollo sostenible, frenar el cambio climático, fomentar el reciclaje de
todo tipo de envases, el respeto a las especies protegidas y el amor y cariño
hacia nuestra tierra y todo lo que nos rodea.
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